Voy a intentar ser breve, que lo weno si breve... ya se sabe: va la vencida (era así, creo)
Mi hermana necesitaba un móvil... urgentemente. El suyo hacía lo que le salía de las narices, se apagaba solo. Así que como ella es de Vodafone como mi madre y yo, usó nuestros preciosos puntos (ganados con tanto sudor de la frente... o de la oreja...) para pillarse un móvil cojonudo gratis. Yo estoy servido de móviles, mi madre también, y nos caducaban la mitad de los puntos, así que muy bien empleados.
A este móvil, después de estar un ratillo configurándolo, le descubrimos un defecto de fábrica: no le funcionaba el altavoz. Y claro, eso de andar hablando siempre con el manos libres... casi que no. Así que, ¡a cambiarloooo!
Se me olvidaba decir que estuvimos en el Carrefour haciendo lo del móvil como una hora y media, porque sólo atiende uno, y como haya alguien delante la has cagado.
Mi hermana cambió el móvil por otro igual y ella misma configuró el nuevo, porque ya aprendió del tirón.
Jeje, lo "bueno" viene ahora... a los dos días se le pierde. Sí señor, se le pierde. Nadie daba un duro por el móvil hasta que lo encontró el conserje del instituto donde trabaja ella (profe de mates y licenciada ná menos). Pero... SORPRESA... está aplastado!!. Lo aplastó un coche (el suyo ¿?).
Intentamos que en el Carrefour nos dieran otro (dos horitas allí, como quien lava), pero no coló. Parecen tontos, pero no lo son tanto. ¿El resultado?, pues que mi hermana gastó sus puntos más 25 euros en el mismo móvil, otra vez. Y éste parece el definitivo, a la tercera... dos veces bueno (nuca fui un crack de los refranes).
¿Que por qué pongo esto aquí? pues para darle una historia a la escalofriante foto que añado aquí debajo... ufffff, da grima sólo de mirar.

2 comentarios:
Recemos un Ave María y un Padre Nuestro.
jajaja estaba a huevo, eh! ;)
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