lunes, septiembre 04, 2017

Las redes sociales: f = I + T

La verdad es que el ser humano es apasionante. Es capaz de las mejores cosas, y de las peores.

  • Puede salvar el planeta, y puede destruirlo.
  • Ama los animales, los tortura.
  • Es ecológico, lo contamina todo.
  • ...

Y crea las redes sociales.

Lo malo es que la palabra red... Pues tiene dos significados. Y realmente que hace honor a los mismos según el ser humano que las use: o se ven atrapados por ella o las usan como mero "pegamento" para sus amistades.

Facebook: realmente fue la primera en reventar a nivel mundial. En ella la gente dice hasta lo que va a comer, pasando por esos momentos inolvidables en el hospital conectados a una máquina. Porque, claro, ¿quién no tiene 500 amigos a los que comunicar dónde te ha salido el ultimo grano o sacar como tu bebé eructa? Es realmente una comunidad de vecinos a lo bestia. Y, principalmente, no nos engañemos: sirve para cotillear. Pero lo mejor son los comentarios de la gente. ¿Qué seríamos sin esos comentarios de manual que te animan, te apoyan y te dicen lo guap@ que eres? Vamos, que con Facebook las abuelas se han quedado en paro. Yo he llegado a la conclusión de que casi siempre la gente espera de Facebook que los demás le comenten cosas sobre su vida. Es como una especie de necesidad de recibir comentarios positivos... Como si fuera nuestra recarga de autoestima. Claro, eso si has elegido bien a tus amigos de Facebook... Que siempre son más de los que podrías invitar a cenar en un año. Siempre se ha dicho que los amigos de verdad los puedes contar con los dedos de una mano pero... En Facebook nadie es tan loser como para tener menos de 11 amigos. Al final la gente acaba poniendo hasta a la pescadera del pueblo. Porque claro, joder, me ha saltado una solicitud de amistad del que vigila el ticket de la hora en el barrio... ¿Cómo le voy a decir que no? En el fondo qué más da, ¿no? Pues eso, que al final tienes la lista de peña del Facebook llena de gente que... "qué más da". Yo un día me di cuenta de que no me interesaba nada lo que la gente decía y las fotos que colgaba. A saber si son verdad. Y claro, deduje que a los demás les pasaba lo mismo con mis publicaciones, cada vez menos frecuentes. Así que, a pesar de que me perdía la vida en directo de mis colegas, preferí llamar o escribir mensajes a los que de verdad me interesa su vida. Porque, además, la gente se cabrea cuando no comentas o no reaccionas ante una publicación. Es flipante. Por no hablar de los mensajes de frases hechas y tipo " coach".... Hasta los cojones de leer lo mucho que sabe la gente copiar y pegar frases hechas que no se aplica nadie. Ya se sabe: "consejos vendo pero para mí no tengo". La vida sin Facebook sería muy diferente... Pero creo que, sobretodo, ganaríamos mucho tiempo para nosotros mismos, que nos hace falta.

Instagram: oh, la aplicación de las fotos con filtros molones.¿cómo no hablar de algo que explica a la perfección lo que es la raza humana? Somos ambiciosos, presumidos y vagos por naturaleza. Y, como una imagen vale más que mil palabras.... Venga, así de medio lado, pon morritos, trae el sombrero de paja y cuelga un selfie con unos buenos filtros. Jejeje, a ver si consigo más followers que mi prima... Con un poco de suerte me hago imagen de una marca de pestañas postizas y me forro a base de tocarme los huevos. Claro que, cada uno enseña en Instagram lo que puede... Hay todo tipo de categorías de popularidad: maquillaje, caras, pelo, cuerpo, partes del cuerpo, fiesta, playa, perritos, gatitos, fotógrafo profesional... Es una competición a ninguna parte. Es un afán por el reconocimiento constante... Es un reflejo de falta de personalidad tremendo. Es... Una pinacoteca del siglo XXI, donde todo el mundo está invitado y todo el mundo cree que tiene el cuadro definitivo. Pero, sobretodo, no olvides los hashtags para salir en las búsquedas relacionadas, que tu foto es digna de que todo el mundo se la encuentre por ahí, no sea que.... Con un par de fotos al día se pueda vivir y así que estudie su puta madre.

Twitter: lo que es Instagram a las fotos es Twitter a las palabras... Pero sin aburrir, no más de 140 caracteres. Así que, en esta red hay 3 objetivos: dar el mensaje definitivo / la mayor ocurrencia, informar, opinar. El mejor uso que tiene Twitter es el de que la gente puede expresarse directamente y libremente, sin censuras, para el que lo quiera leer, y también las instituciones pueden ser mucho más directas en sus comunicaciones y participar de la "vida" diaria de la gente. Pero.... Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, como dijo el tío Ben, y de eso el ser humano carece en general. Todo el mundo opina de todo y las burradas escritas sin esfuerzo desde cualquier lugar del mundo son algo que debe desahogar mucho a la gentes de mente estrecha. En Twitter todo el mundo puede opinar de todo e insultar, sale gratis y requiere cero esfuerzo e inteligencia. La verdad es que tiene mucho más valor en Twitter la gente que sabe callar que los que se dejan llevar y se enorgullecen de ser auténticos por decir lo que piensan siempre. Pero bueno, también sirve para identificar indeseables.

Un gran problema de las redes sociales es que también han hecho crecer a la gentuza, que ahí se llaman trolls, y es gente que disfruta atacando y machacando al prójimo. Suele ser gente que en el colegio le pegaban o aquellos que deberían estar en un centro de reinserción social... Porque pueden ser muy coñazo. Con ignorarlos basta, pero hay gente que cae en la provocación... O que te pillan en un mal día y entras al trapo a "calzón quitao". Es muy grave si es algo obsesivo contra alguien y puede acabar trágicamente.

Y, sin duda, lo peor de las redes es que pueden llegar captar a menores para cuestiones que es mejor no comentar aquí pero... Es lo más rastrero y malvado que puede haber. Porque todas las peores cualidades de la persona se unen cuando se "capta" a un menor a través de las redes. También hay adultos que se dejan llevar por la sensación de pertenecer a un grupo y la necesidad de reconocimiento público y acaban en sectas o viviendo más en modo "online" que en modo real. Es el avatar el que te acaba poseyendo. Eso es muy malo y acaba dejando en la cuneta gente infeliz y sin personalidad. Recomiendo a quien se sienta así que desconecte y se apunte a alguna actividad. La decisión de desconectar siempre es de uno mismo.

Pero bueno, también tenemos las campañas de solidaridad como algo bueno. La gente se vuelca en todas estas redes para apoyar una causa que consideran justa... Volvemos a lo de siempre: es fácil, y si es a una persona a la que vamos a reconfortar gracias a nuestro aséptico apoyo pues... Bienvenido sea. Pero la hipocresía y la mentira también habitan en estas campañas de apoyo, así como la gente que descubre que tener un avatar lisiado que gana dinero para disfrutarlo como humano sin escrúpulos tiene grandes ventajas(cuando no hay nada más que te importe que tú mismo).

Lo dicho, vive la vida como quieras y se feliz. Piensa en los demás cuando escribas y recuerda que tienes una vida de 3 dimensiones.

miércoles, junio 18, 2014

EL PEGAMOCOS

Ya se ha colmado el vaso. Ha caído la última gota.

Sí, ya está bien, alguien tenía que decirlo: HAY GENTE QUE VA PEGANDO MOCOS POR AHÍ. Y el resto de personas podemos encontrárnoslos si no andamos con ojo.

Hasta ahora, yo estaba “acostumbrado” a encontrarme mocos pegados en los sitios más inverosímiles:

Pegados en la pared del inodoro: lo ves mientras meas.

o   Aleatoria y apresuradamente colocados
o   No tienes muchos más sitios donde mirar. Una vez los has visto no puedes apartar tu mirada de ellos.
o   En algunos sitios, parece que si los unieras con un boli invisible en tu imaginación tratan de decirte algo a modo de “une los puntos”.

Pegados en la puerta del WC: los ves mientras cagas.

o   Sólo aptos para gente con gran elasticidad.
o   Tienen la extraña función de alejar a los grafiteros de los WC.
o   Están dejados con mayor estilo y arte que los de los inodoros, por aquello de la privacidad que otorga la puerta cerrada.

Pegados en las ventanas del tren: los ves mientras miras al paisaje.

o Justo cuando te vas a apoyar a echar una cabezadita.
o   Hay que tener mala leche y poca vergüenza para eso.
o   Mala leche porque es fácil topárselos a escasos centímetros de la cara.
o   Poca vergüenza porque en los trenes no se suele ir solo en todo el vagón...

Pegados en las barandillas de las escaleras: los ves… bueno, los tocas cuando bajas resbalando la mano por una de ellas.

o   Un clásico. El menda se ha sacado el moquete cuando no le veían y la mejor manera de deshacerse del “cadáver” es disimulando con que se usa la barandilla.
o   Es de las cosas más asquerosas, porque hay contacto físico que suele desencadenar en arrastre de material con consecuentes ganas de vomitona según la sensibilidad de cada uno.

Pegados junto a los chicles que están pegados en las sillas y las mesas: como están estratégicamente colocados, sólo los puedes tocar. Ya es demasiado tarde cuando te das cuenta. Normalmente la gente no quiere ni saber qué ha tocado.

o   Alguien tuvo la genial idea y ya se pega de todo ahí. Los mocos no iban a ser menos.
o   Como en el anterior caso, hay contacto físico (no suele llevar acompañado el arrastre del moquete) y da un asco de cojones.
o   El que los toca no suele mirar a ver qué ha tocado.

Pegados en teléfonos públicos

o   Se dice que es una leyenda.
o   El puto asco que te puede dar si no los ves a tiempo es inenarrable.


Pero estos pequeños ejemplos se quedan cortos con el puto cerdo que vi el otro día desde el coche. 

A las 18:00, enfrente del Corte Inglés de Castellana (Madrid). Desde mi coche pude observar como un puto cerdo se baja de un autobús y hace un lanzamiento de mocos (con gente por todas partes) como si de un futbolista se tratara: soplar por la nariz tapando uno y otro agujero con la mano para limpiarse al aire.

El muy cabrón, no conforme con eso, se limpia las manos (manchadas con mocos de todos los colores) en el mobiliario urbano de las escaleras de la estación de metro.

Seguro que tras eso se fue algún colega chocando los 5. Porque está claro que mucha gente se saca mocos cuando se creen que no les vemos (en los coches, por ejemplo) y que, como no encuentran nada de lo anterior a mano, se los pegan al primero que pillan.


Lugar de los hechos

Creo que es necesario que se haga cundir la cultura del Kleenex. Los mocos no molan. Y menos si no son de uno mismo.

Para mí, ese personaje colmó mi vaso.