sábado, junio 02, 2012

El centro histórico de Jeddah


“¡Rápido!”
“¡CORRE!”
“Vamos al centro histórico”


Joder, yo no entendía a qué venía tanta prisa. Pero claro, una vez allí… pues que si no te das prisa igual se ha caído algún edificio para cuando llegues. Y es una pena, de poder verlo todo casi a punto de caerse a verlo caído. Va una gran diferencia.






















































Porque sí, eso es el centro de Jeddah. Es un agujero. Un agujero histórico, pero un agujero al fin y al cabo. Es como entrar en una zona de exclusión de la ONU o algo así. La gente de clase baja de Jeddah vive en el centro histórico.

























Ahí lo que hay es mucha tienda, y mucha gente por las calles yendo a tiendas y paseándose. Y cuando digo mucha, es mucha. No, el calor no hace que parezca que hay mucha gente. Es que hay un huevo.







Bueno, para ser exactos, hay muchos hombres y muchas abayas con tías dentro (se supone). Como no he explicado aún lo que es la abaya, lo explico ahora: es el traje que todos llamamos burka, por ignorancia, porque un burka no es esto. Llevan toda la cara tapada excepto una rendija en los ojos (para no pegarse una leche contra una pared). Es negra, sea verano o invierno. Da igual.


BURKA
ABAYA




Y es un canteo. Ves a las mujeres levantándose malamente el velo que les va desde la rendija de los ojos hasta el pecho para poder beber agua de una botella sin descubrirse. Es bastante triste.

Al final has estado en el agujero ese, que hace un calor de cojones, y todo rodeado de tíos pakistaníes, filipinos, indios… y los bultos sospechosos. Lo bueno es que no agobian al extranjero (blanco), como no tienen turismo… Pero es una fauna la que se ve allí que es algo tremendo.





¿Habéis visto STAR WARS? La taberna esa de Tatooine donde Han Solo hace el negocio con Luke Skywalker. Pues parecía que estabas ahí, con peña de otro planeta.


Taberna de Tatooine
Siempre daba la sensación de que ibas contracorriente. Daba igual: ¿que ibas hacia arriba?, a contracorriente. Dabas la vuelta e ibas hacia abajo: a contracorriente. Te daba por acercarte a una tienda, a derecha o a izquierda: ibas a contracorriente.




Lo más normal que tenía el barrio eran niños jugando donde pillaban, en plazas grandes que había de vez en cuando llenas de cascotes o en parkings.



Ciertamente, era otro mundo.


Pero entonces llegaba la hora del rezo. Y esto ya era demasiado, de repente todos dejaban de hacer lo que estuvieran haciendo (bueno, todos todos no, pero un 80% sí) y se iban a la mezquita. Como si se hubiera apretado un botón en su cerebro y tuvieran que hacer algo (…bueno, que eso es más o menos lo que les pasa realmente…).

PERO, lo más inquietante, lo que te acojona de verdad, lo que te hace sentir en un decorado de película de serie B de zombis es………….. QUE LA GENTE QUE NO VA A LA MEZQUITA (PORQUE NO LES SALE DE LOS HUEVOS), SE PARAN EN CUALQUIER SITIO, SACAN SU ALFOMBRITA QUE LLEVAN SIEMPRE ENCIMA Y… HALA, A REZAR. Vas con el coche ya de noche y ves una señora sola (bueno, como un Casper negro) en una esquina de pie, mirando en una dirección fija y con pequeños movimientos oscilantes hacia adelante, rezando.

Eso te acojona.

Y ves a un grupo de personas que hace un momento estaban jugando con sus hijos en un parque que dejan todo para ponerse en formación a rezar…
En serio que parecen robots.

(Aunque estoy viendo a unos japoneses darse tarjetas ahora mismo en el hotel que parece que están haciendo una competición de a ver quién hace más reverencias. Se dan una tarjeta y, antes y durante, se reverencian unas 10 veces… a parte de una japonesa vestida con la abaya. Aquí da igual, todas las tías con abaya. Cuando llegan las azafatas de Lufthansa tienen esperándoles un carrito lleno de abayas para que elijan la que mejor les sienta… vamos, la que deja ver más o menos tobillo).

Pero hay algo que pasa en Jeddah que también acojona. Los tíos de la mano. Sí señores, aquí los tíos van de la mano, y no pasa nada. Es normal. Es que son muy amigos. Ya, ¡los cojones!. Eso da... joder, da mal rollo. Da hasta grima, ahí todos los tíos por el mercado este del sudor cogidos de la mano... 

Eso te acojona, también.

Otra cosa curiosa del rezo es que se oye en estéreo. Hay tantas mezquitas que te llega el sonido desde varias a la vez. Y puedes comprobar, sin ser ningún experto, que algunos entonan mejor que otros. El caso es que se oiga que se está rezando, por si a alguno no le funciona la alarma del móvil o algo. Que luego no diga: “ah, pues no me enteré”. Macho, eso no cuela. 40 latigazos.

La verdad es que en la zona esta de tiendas, en el centro histórico, había de todo. Mierda, pero de todo. Bueno, y toda la mierda del mundo en la calle: suciedad sin más. Pero de comprar, cualquier cosa extraña. Un compañero dijo: “es curioso, aquí no huele a meaos”. Y es verdad, no olía meaos. Menos mal, si no es posible que hubiéramos salido de ahí. ¡Pero cómo coño va a oler a meaos! Con lo que se suda allí es imposible tener ganas de mear.

Tiendas de abayas. O sea, eso, tiendas y más tiendas donde sólo venden abayas negros.
Tiendas con trajes para niñas que sólo se te imagina comprar para joder a alguien con el regalo.
Tiendas de zapatos. Relojes a manta… verduras, ovejas colgadas en las carnicerías….

Y ya, para rematar el tema del comercio árabe. Os enseño cómo mutilan las ilustraciones donde aparecen chicas “provocando”, por ejemplo, con un bikini. Bueno, no las mutilan, las tapan sin más. Vamos, que ponen a un pakistaní a tapar todos y cada uno de los anuncios que tienen una tía enseñando algo más que la cabeza.






















THIS IS ARABIA!

1 comentario:

Jesu dijo...

Fíjate lo que te voy a decir pero madre mía, a pesar de todo, cómo me alegro de vivir en España.

Se ve que te adaptas allí eh jejeje.

Buen gancho lo de Star Wars.

Cómo llevas el calorazo. Y el tema del agua... ¿todo embotellada?¿hay fuentes? y por curiosidad... ¿hay perros por la calle por ejemplo paseados por sus dueños?