Tengo poderes en las manos. Eso parece.
El otro día iba conduciendo el metro y sentí el poder. Efectivamente, lo tengo. Si toco la palanca hacia adelante, el tren avanza. Si la muevo hacia atrás, el tren frena.
Es una sensación rara...
¿Qué me habían echado en la bebida? Nunca lo sabré. ¿Los famosos reinoles?
Ni idea. ¿Quién podía querer drogarme a mi? Espero que no fuera la horrible vecina del 5º.
El caso es que ahí estaba, tirado en el suelo y con la cara aun pegada en la moqueta... Joder, si tengo baba por la cara hasta el suelo. Y el suelo esta sucio. Muy sucio.
¿Qué ha pasado?
Nunca creí que podía estar pensando esto... ¿¡¿Que tengo poderes?!? Seré gilipollas, ¡pero si no me puedo ni levantar! No siento las piernas... Bueno, un momento, poco a poco... Voy sintiendo algo. Sí, mi cuerpo va apareciendo por instantes, desde la baba y los ojos que pestañean a marchas forzadas hasta los dedos de los pies. Pasando por unos codos entumecidos y una pierna dolorida en una mala postura. Joder, parece que fuera a llegar uno del CSI a pintar mi contorno con una tiza, realmente estoy de "contorno de asesinado", ¡vaya pose!.
El caso es que, mientras mis pensamientos se ordenan tratando de rehacer el complejo puzzle de mi cerebro, empiezo a darme cuenta de que no tengo poderes pero de que sí conduzco un metro. ¿¿Qué hora es?? Uffffff... Menos mal, en el calendario de la frutería de que tengo en mi pared pone que es sábado.
Un momento.
Si hoy es sábado, ayer fue viernes. Exacto. Y.... Joder, era mi cumpleaños. Pues..... No.... Me.... Acuerdo..... De nada.
¡Dios mío! ¿Me habrán robado? Habrán hecho conmigo algo que yo nunca hubiera querido?
Pufff
Empiezo a poder levantar la cabeza del suelo... mierda, me falta un diente. Ya lo he localizado, está ahí, a mi lado, la caída me debió dejar sin diente.
¿Y qué hago en gallumbos? ¿¿Y en camiseta de tirantes?? ¿Es que me estaba vistiendo para ir a trabajar?
No entiendo nada. Ni falta que hace.
Me incorporo y veo el desorden... Hummmmmm... Qué raro, todo en orden.
Muy extraño para ser una fiesta.
El caso es que hay una silla caída y no hay casi luz.
Preguntaré a la vecina.
(bajo al 5º, para qué arreglarme)
- "hola vecina, estuviste en la fiesta de ayer."
- "hola Antón, ¿qué haces así vestido y sin un diente?"
- "bueno, ya sabes lo que son las farras de cumpleaños en mi casa... ¿Has visto "Resacón en Las Vegas", vecina? Pues creo que me ha pasado algo parecido"
- "perdona Antón, pero ayer te vi que volvías a casa con una bombilla porque no tenías y querías completar tu puzzle de "Vanilla Ice"... ¿De qué fiesta hablas? Si me dijiste que esa iba a ser tu celebración."
La cruda realidad me golpeó bastante fuerte, la verdad. Y que me lo dijera la vecina del quinto... Me dolió. Bueno, lo que realmente me dolía era la cara, de la leche queme había pegado.
Pufff... Menos mal que ya sólo queda un día para que vuelva a ser lunes y retome los mandos de mi "máquina". Creo que mañana retomaré mis actividades como ligón de internet... se va a enterar la vecina cuando me vea subir con una tía diferente cada mes.
Hummmm... Por qué tengo ganas de darle... ¿Celos? ¿¿Yo?? No lo entiendo.
¡Me falta un diente! ¿Qué voy a hacer?
Bueno, soplaré mi vela, me oiré un incunable en mi reproductor de "Long Plays" y veré si empiezo el puzzle de "Vanilla Ice" que tantas ganas tengo de hacer...
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