sábado, enero 16, 2010

Antón en el súper: La entrada (triunfal?)

A los buenos días,
soy Antón.
El otro día fui a un supermercado de esos que meten todo en el mismo sitio.
Yo no soy fan de esos lugares y detesto que me torpedeen con mensajes publicitarios, así que llevo los cascos que me regalaron en un viaje a Sevilla en tren (que es lo mío) y mi walkman de pilas, que JAMÁS me ha fallado.
¿Que qué oigo? Pues un "rare", yo soy un tío cultureta de la música, no me gusta encasillarme, así que tengo versiones de todas las canciones de todos los estilos pero cantadas por mis artistas favoritos... ya sabéis: El Fari, Rosana, Raphael, Merche... y últimamente me está gustando un chaval que está empezando, el bajito de los "hermanos de Jonás" los "jonas borders esos", canta de maravilla.
Pues a lo que iba, que estaba yo con mi versionaza de "Soy minero" de El Fari featuring Merche, (una rareza, ¡qué pasa!) cuando me armo de valor y digo: "qué coño, al Carrefur".

Oye, ¡qué grande es eso! yo quería comprar cuarto de carne, tres alcachofas, un pellizco de clavos de cocinar, 3 dientes de ajo, comino, papas fritas y una pistola (de pan, se entiende). Pero mientras en mis oídos retumbaba el "...erooooooo" de "soy minero", todos los anuncios del centro colapsaron mi cabeza y me sentí incapaz de entrar. No sé si habéis experimentado alguna vez esa sensación, para mí fue como entrar en un túnel... así que me tapé los ojos, me dije:

-- "Antón coño, que no es para tanto. Tú vas a lo que vas. Entrar y salir, ¡piensa en Chuck! ¿¿Qué haría Chuck en esta situación??"

-- "Pues no sé.... ¿¿matarlos a todos??"

-- "NOOOO. JOder, bueno, ¿¿pues qué haría Esteso, el grande, en este momento??"

-- "Meter mano a las chavalas, usar los desodorantes, comer frutos secos, tontear con las gachís de la caja.... vaya panoramaaaaa. Pufff.... ¡¡si es que yo no puedo hacer tantas cosas en un día!! Con ir a trabajar, beber DYC y volver a casa...."

-- "¡No! eso diría mi padre. Yo soy un tío de 33 primaveras y no puedo permitir esto, vamos cabeza, ¡échame un cable!"

Y ahí, después de esta "introcharla" Antón se introdujo en el azaroso mundo carrefuriano... en su Walkman ya no sonaba esa canción que le había atenazado la mente, no, ahora sonaba Raphael, ese grande eterno que cantaba a dúo con María del Monte "Si tú eres mi hombre".
Olé! eso es una banda sonora de categoría para acometer cualquier empresa, por complicada que sea.

Y así entró él, Antón, el conductor de metro, en el supermercado.

Continuará.

3 comentarios:

Águila Roja dijo...

Tengo varias cosas que decir. La primera es que me alegro que haya vuelto Antón a hacer de las suyas, ya se le echaba de menos.

La segunda es que tu post me ha hecho reflexionar sobre la publicidad. Fíjate que al contrario que le pasa a Antón, creo que en mi caso me he creado un escudo que me permite obviar la publicidad ya sea en formato cartel, ya sea en formato caja de cerillas. Es curioso, pero me hace recordar a una película de Schwarzenegger (imposible escribirlo sin mirar 'Google') en territorio marciano en el que hasta los taxis voladores llevaban publicidad debajo del chasis.

En tercer lugar, y permíteme que florezca el purista de las letras que llevo dentro, por favor, termina todas las frases con los signos de apertura y cierre, ya sea en exclamaciones o interrogaciones. Soy un defensor aférrimo de esas cuestiones y no pienso permitir que la cultura americana o inglesa (en tu caso creo que más neoyorquina) nos influya y provoque que nos olvidemos de nuestra propia cultura gramatical.

En cuarto lugar, ¿Antón ha visitado otros metros del mundo?

Zola dijo...

Gracias.
POndré los signos de exclamación en las aperturas por honor a ti, pero que conste que me parece una aportación... un poco chorra...
¿eh?
;)

Águila Roja dijo...

Bueno no te sientas herido por el último punto. No analices la aportación de chorra por sólo ese comentario, que para eso puse también otras ideas antes que esa. Sólo era un consejo. Escribe la historia de Anton con pinzas en los pezones si quieres, pero no te cabrees buen hombre.