EL ORIGEN DEL BACKGAMMON.
Era el año 1.380 d.C., en Inglaterra. Hacía un verano de los que no se recordaban (la gente no vivía más de 45 años, así que tampoco había que recordar mucho...). El calor había hecho que los ingleses, muy blancos ellos, pasaran de la euforia a la alegría, y de ésta al desencanto y el hartazgo, a la misma velocidad que se ponían sonrosados, rojos y como cangrejos.
Tanto Sol les dio y tan poco estaban acostumbrados, que las dos generaciones posteriores podían haber pasado perfectamente por bereberes. ¡Y no es eso lo peor! De ese verano viene la alteración genética de las pecas en los ingleses, pero esa es otra historia.
Como no querían salir más a la calle, ya estaban bastante cocidos y hartos del calor y el sol, se reunían en casas. En ellas bebían cerveza, tenían a los esclavos abanicando constantemente (costumbre heredada del paso del Imperio Romano), jugaban a los dados, comían... Y volvían a beber cerveza.
Pero, entre la comida que comían había una que les encantaba: pequeños triángulos de queso de oveja con pequeñas rodajas de salchicha.
Era el plato estrella.
Los ingleses, que de pirateo saben un rato, pero de juegos sabían poco (y de comer bien, menos), sólo conocían los dados. Ya se sabe, Don Heraclio Fournier era de Vitoria y la otra es baraja francesa.
De modo que, una tarde de ese verano tan sofocante, un chaval, Ben McGammon, que, como buen inventor inglés, era escocés, tuvo unos delirios tras beberse 4 pintas de cerveza calentorra y se le apareció una feliz idea: "Juguémonos el "lunch"!"
Dispuso los triángulos de queso como si de una boca con dientes se tratara (enfrentados) y dividió la mesa en 4 sectores.
Tras esto, pidió la ayuda de un amigo y le dio 15 rodajas de salchicha. Él se hizo con otras 15 rodajas.
Pidió los dados a dos malhechores que estaban apostándose a sus esposas, y se dispuso a dar forma a su creación.
Explicó a su oponente las reglas:
- "John, esto es sencillo. Tienes que tirar los dados e intentar llevar tus rodajas, de una en una con la puntuación que te salga, a través de los quesos. Desde el sector 1 de la mesa hasta el 4. Yo lo haré al revés, por turnos. Ok? Si caes encima de una rodaja mía, tengo que volver a empezar con ella"
- "Ok Benny!"
- "Y quien gane se come el queso y las rodajas de salchicha del otro".
Y comenzaron a jugar. Y... fue un éxito!
Se hizo muy popular en Inglaterra porque avivó algo que los ingleses llevan en los genes (como buenos piratas): el juego con apuestas.
Claro que, las normas hoy en día han cambiado. Ahora se parte con las fichas en el tablero y no son rodajas, ni quesos de verdad. Algún otro matiz hay, pero no se explicará ahora.
Gran culpa de la pérdida de la tradición alimenticia del juego se debe a que, dado que jugaba gente de toda condición y tomar un baño no era algo popular en aquella época, hubo epidemias debidas a la manipulación repetida de la comida durante largo rato, los estornudos sobre el "tablero" y las toses pustulantes. También hubo casos de envenenamientos provocados (asesinatos) al tenerse que comer el ganador las "fichas" del contrario.
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