lunes, diciembre 28, 2009

HiStOriAs dE La HiStOriA (IV)

¿Quién inventó el ajedrez? El ajedrez lo inventó, a los 64 años, Johannes Reissenstagtz.

“Corría el año 600 cuando un alemán de buena familia, Johannes Reissenstagtz, inventó el ajedrez. Desde los albores de la humanidad se relaciona a los teutones con precisión, rigidez, estructuración… popularmente se suele decir de ellos que son “cuadriculados”. He ahí que Johannes, tras leer un libro sobre las costumbres hindúes que llegó a sus manos en sus últimos años de vida, se dio cuenta de una cosa: qué fácil sería la guerra si se pudiera decidir sobre un tablero.
Es por esto que se puso a pensar una manera de representar un combate. Tomó un tablero de pan de oro que había por su pequeña mansión y lo dividió en cuadrículas. No se sabe si por pura casualidad o porque tenía en ese momento 64 inviernos a sus espaldas, decidió dividirlo en 64 cuadrados iguales.
Una vez encontró el campo de batalla, eligió lo que serían los soldados. Peón, rey, reina, alfil, caballo y torre. Un rey, como no podía ser de otra forma, y que sólo tenía capacidad para dar un paso por sí solo. Una reina que, en determinados momentos, podría haber más sobre el tablero pero, una oficialmente (no era más que dar por sentado que los reyes de la época tenían concubinas como dedos en las manos). Esta última, puede moverse en cualquier dirección y cuantos cuadrados se quiera, ya que no hay ni habrá puerta con mil cerrojos que se le pueda resistir a una reina. Dos alfiles, que simbolizan el arte del espionaje y la capacidad de matar silenciosamente y a los que dio la facultad de moverse sibilinamente, en diagonal, nunca de frente. Los caballos, que, para complicar un poco la vida del juego y hacer un alarde de ingenio y de flexibilidad impropia de los teutones, dejó campar a sus anchas con un movimiento extraño a la par de útil que les permitirá saltar por encima de la más alta torre. Y aquí llegamos al último bastión, al refugio del rey desamparado, esos alardes de arquitectura que permiten al rey más vago moverse el doble de lo que le está permitido: las dos torres. Su movimiento es simple y limitado, debido a su complejidad estructural. Los peones, los únicos que le quedaban por definir, fueron los que menos quebraderos de cabeza le dieron. Primero hizo una línea de defensa que permitiera a cada unidad antes descrita tener un escudo ante ataques frontales y, después, les permitió participar en la batalla pero, de forma limitada, quedando su utilidad relegada a misiones estratégicas y, en ocasiones, vitales para el desarrollo de la partida. Pero, debido a su gran número, son los que históricamente más bajas han causado y menos defensa tienen.
Una vez que Johannes tuvo esto entre manos (lo cual no le llevó más de dos tardes de pensar mucho) tuvo que distinguir ambos bandos. Esta labor casi queda inconclusa, dado que no se ponía de acuerdo con su demencia senil. Finalmente optó por la solución más evidente: blanco y negro. El ying y el yang, iluminación frente a oscurantismo, los miedos y la esperanza, lo demoniaco y lo divino, la tentación y la rectitud, lo puro y lo menos puro, la mezcla de todos los colores y la ausencia de color, la duda y la certeza… las piezas nuevas y las viejas.
Con su último suspiro, a los 66 años, Johannes terminó de escribir su “Manual para la guerra sobre tablero de 8x8”.
Fue un visionario que gastó sus últimos días en evitar futuros derramamientos de sangre y que… si levantara la cabeza vería cómo su creación se utiliza para gastar neuronas y que nunca se dejó de guerrear pero, que los juegos de rol siguen su filosofía y, que nadie se acuerda del verdadero origen del ajedrez.
Como reza su epitafio: “no hay nada que no se pueda resolver en un tablero de 8x8”.
Que por cierto, es el lema de Las Vegas pero cambiando “tablero de 8x8” por “ruleta”, “mesa de black jack”…”

6 comentarios:

Ptx dijo...

El post mas currado del blog en la segunda etapa!

Águila Roja dijo...

Qué grande este post. Muy profesional. Me ha enganchado de principio a fin. Desde mi punto de vista, me encanta jugar combinando el alfil con las torres, aunque suelo explotar bastante la reina desde el principio. Sin embargo, me encantaría aprovechar mucho más el caballo, ya que esta figura sí que da mucho juego, sobre todo para decidir la dirección del combate. A ver si aprendo a hacerlo cuanto antes.

Zola dijo...

gracias por vuestros comentarioS!!
FELIZ 2010!
:)

Anónimo dijo...

jajaja, qué crack estás hecho!!! pero no te digo que es lo mejor que has escrito últimamente como dice uno más arriba, no sea que te lo creas y te "jubiles". Tendrás que esmerarte mucho más!!! Feliz Año Señor Zola!!!!!

Iván.

Sergio Arias Fernandez dijo...

me ha encantado !!! asi que es del año 600 despues de cristo


FLIPAS

sigue asi , he disfrutado leyendo

Anónimo dijo...

Very interesting!!
Porque no haces uno del backgammon??
;-)